Actores
Ana Wagener – Vera
Roberto Enríquez – Michael
Críspulo Cabezas – Alex
Autor
Lukas Bärfuss
Escenografía
José Luis Raymond
Vestuario
Ikerne Giménez
Iluminación
Luis Perdiguero
Audiovisuales
Alfonso Pazos
Dirección
Aitana Galán
Argumento
Vera y Michael son una pareja separada, con planes para el mismo fin de semana. Sin embargo, la canguro habitual de su hija se encuentra enferma. Al no querer ninguno cancelar sus planes, pese a sus reticencias, terminan por contratar a un joven vecino de Vera, Alex, como canguro. La cosa acabara en tragedia.
Personajes principales
Michael: Otorrino con problemas de ira y un pelín paranoico. Fue el que se llevo la peor parte de la separación, teniendo que irse de la casa y pagando una gran pensión. Quiere a su hija, siendo bastante clásico en sus ideas sobre cómo educarla, pero apenas tiene tiempo de estar con ella.
Alex: Joven de 19 años huérfano de padre, obsesionado por filmar películas. Tiene una personalidad bastante peculiar. Parece que vive la mayor parte del tiempo pensando en hacer películas, pero a veces cambia de tema de repente, sin razón aparente. Parece que quiere el trabajo, aunque no da muestras de saber cómo es cuidar a una niña pequeña. Pese a su aspecto de inocentón, tiene un lado astuto y manipulador oculto.
Valoración
La segunda parte de la obra, si bien no aclara del todo lo que pasó con la hija, si muestra como todos los personajes eluden, de una forma u otra, la responsabilidad de lo ocurrido. Aunque sienten gran pena, los padres eluden la culpa intentando apoyarse el uno en el otro, y en cuanto a Alex… su comportamiento en el penúltimo acto, confirma brutalmente las sospechas evidentes sobre su personalidad.
Los 3 actores realizan unas interpretaciones excepcionales: Roberto Enríquez muestra unos cambios bruscos de carácter magníficamente interpretados, Ana Wagener muestra una mujer segura al principio, y terriblemente vulnerable al final, ambas perfectamente creíbles. En cuanto a Críspulo Cabezas, su Alex es un personaje con varias capas, todas representadas increíblemente bien.
El decorado es uno solo para toda la obra: Una habitación con una pared, una silla y un pequeño mueble. En la pared se proyecta el día y la hora del comienzo de cada escena, para ubicar al espectador. Unas escenas que cambian con una bajada de luces, música de fondo y lentos movimientos de los actores.
Resumiendo: No es una obra para todos los públicos, pero si para quienes quieran ver una obra para reflexionar, y pensar en donde están los límites de la libertad y los deberes de uno mismo, consigo mismo y los demás.
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