Manuel Galiana – Sr. Wirlfrid
Paca Gabaldon – Sra. Vole/Christine
Fiscal – Luis Fernando Alvés
Iker Lastra – Leonard Vole
Lara Dibildos – Secretaria/Ama de llaves
Voro Tarazona – Juez/Mayhew
Óscar Olmeda – Dr. Wyatt/Carter
Óscar Zautua – Inspector Hearng/Presidente Jurado
Jorge San José – Ujier/Voceador
Mónica Soria – Chica final
Agatha Christie
Diseño de producción
Pepe Lara
Vestuario
Cornejo
Coordinación técnica
Indalecio Morales
Realización decorados
Tecnospand proyect S.L.
Fotografía
Peter Müler
Fotografía escena
Laura M.
Pelucas y postizos
Antoñita Viuda de Ruiz
Asesora de voz
María Beltrán
Figurinista
José Miguel Ligero
Maquillaje y peluquería
Susana Gosalvez
Iluminación y sonido
Julio Baos
Diseño de escenografía
Paco y David Bello
Música
José Juan Almela
Dirección y adaptación
Javier Elorrieta
Argumento
El famoso abogado Sir Wirlfrid, accede a defender a un joven acusado del asesinato de una viuda rica. Las cosas pintan ya bastante mal, pero todo se complica, cuando la mujer del acusado sorprendentemente testifica en su contra.
Personajes principales
Sr. Wirlfrid Robarts: Famoso abogado que acaba de recuperarse de una grave enfermedad. Lucha por demostrar la inocencia de su cliente con todas sus fuerzas.
Romaine Vole: Antigua actriz de personalidad fría y distinta, pero muy inteligente. Mujer de Leonard, a la que saco este hace años de Alemania casándose con ella.
Valoración
Obra basada en un relato corto de Agatha Christie, basa casi toda su fuerza en el argumento y sus sorprendentes giros. La historia es fuerte y te sorprende varias veces cambiando el paso hasta el final. Sin embargo, al ser una historia de juicios, algunos personajes están limitados por ellos. De Manuel Galiana y Luis Fernando Alves, apenas se puede decir que estén correctos; algo muy sorprendente en Galiana, dado que es uno de los protagonistas; sin embargo, no termina transmitir los sentimientos del personaje. Solo destacan algo Paca Gabaldon, logrando representar una mujer fría o descarada según la ocasión. E Iker Lastra, representado al sorprendido constantemente Leonard. Hay que mencionar el gran trabajo con las voces del reparto, cambiando los actores el acento según el personaje que sean. Algo que se nota sobre todo en Gabaldon, que fuerza un acento alemán durante toda la obra, aunque con altibajos.
Detalles como que durante los entre actos repartidores de periódicos vocearan las noticias del juicio, “poniendo al día” a los espectadores. O que los testigos entraran desde el fondo de la sala, ayudan a que los espectadores se metan más en la obra.
Interesante la forma de montar los decorados. Aparte de los muebles y estrado de quita y pon, las paredes mantuvieron un armazón y columnas permanentes. Sin embargo las paredes eran proyecciones, que cambiaban al igual que los escenarios integrándose perfectamente.
Resumiendo, una obra que destaca sobre todo por su argumento, con una puesta en escena correcta. Se pasa un buen rato, pero no destaca mucho entre todo el panorama teatral.
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